martes, 3 de enero de 2012

Juliette


En estos días donde ya las calles están llenas de luces de colores, las personas nos paseamos por la calle con montones de bolsas en las manos, y compramos y comemos e intentamos dejar que el espíritu navideño nos invada, a pesar de la crisis, no puedo dejar de pensar en Juliette.

Conocí a Juliette escasamente cuando viaje a Camerún, Juliette es pequeña, muy dulce, habla poco y bajito pero tiene una bonita y tímida sonrisa. Cuando yo la conocí estaba embarazada.

Juliette se casó con Samson, bastante mayor que ella, los dos viven en la Mission Catholique d’Abing. Samson trabaja para la ONG, es higienista dental en la Mission, conviven con 3 adolescentes baka que Zerca y Lejos tiene apadrinados.

No tuve ocasión de conocer demasiado a Juliette pues cuando yo llegué a Camerún ella se marchó a los pocos días a su pueblo con su madre pues debía de dar a luz allí.

Vino a despedirse de Mireia, y lloraba. Mireia no entendió muy bien el motivo de su pena pues Juliette no quiso contárselo.

A los pocos días Mireia supo que Juliette lloraba porqué no quería separarse de su marido.

Nació el bebé, un niño, y todo fue bien. Y Juliette volvió a Abing con el nuevo miembro de su familia, a su casa y junto a su marido.

Una noche alguien golpeaba la puerta en la casa de Fernando y Mireia. Samson ha dado una paliza a Juliette!!!.

Cuando me lo contaron, casi pude sentir las bofetadas y los golpes en mi rostro. Indignación, rabia. ¿Por qué Samson se permite golpear a su esposa?, una mujer que le ama, que le ha dado un hijo, que lloró de tristeza por tener que estar separada de él.

Si los que vivimos en esta parte del mundo consideramos el maltrato femenino una aberración, ¿cómo debe de ser este maltrato en África?, ¿cuántas mujeres agachan la cabeza y aguantan y lloran?, simplemente porque su hombre está enfadado o borracho.

No se como ayudar a Juliette, no se tan siquiera si ella querría mi ayuda o mi amistad.

Si se, que pienso en ella a menudo y que no quiero que nunca mas vuelvan a contarme que Samson ni ningún otro hombre le ha pegado.

Hace unos días leí una entrevista que le hicieron a una persona catalana que vive y trabaja en Senegal y decía: “con pequeños proyectos de cooperación no se va a ninguna parte”, yo estoy en total desacuerdo con esta “sentencia”, evidentemente que hace falta una buena infraestructura que trabaje coordinada y con una buena financiación, pero tengo claro que un montón de pequeñísimos granos de arena forman una gran montaña.

Con esto que quiero decir que tal vez a Juliette pueda servirle de algo que yo me preocupe por ella y que a menudo pregunte como está y como le va la vida, y que tal vez yo pueda aportarle algo para que su calidad de vida, como persona y como mujer mejore aunque sea con un cambio diminuto.

Deseo que seas feliz Juliette y que encuentres tu camino, y así lo pido a menudo.

Hoy me pregunto como serán estas fechas para los niños que conocí allí. ¿Cual es la historia que sus padres les cuentan sobre la Navidad?, ¿cambia en algo su vida estos días?, lo averiguaré y os los contaré.

Yo de momento aportaré de nuevo mi pequeño grano de arena. Va por ti Juliette y por tu bebé, Nyatte. Gros bises!